DE ARMARIO A LIBRERIA

 

Una vez más, recuperar este mueble como librería ha sido un reto. Esta pieza pertenece a un armario de tres cuerpos del que hemos utilizado solo uno. La madera está muy deteriorada, con manchas por estar almacenado en un ambiente húmedo, falta una pata como vemos en la imágen inferior, y la que tiene está en mal estado. Vamos a ver paso a paso la transformación.

Nos deshicimos de la puerta, que reservamos para otro proyecto. Lo que más nos gustó de este mueble fue la línea y la moldura de la parte superior. El propietario se decidió por un tono lino para que hiciera juego con el resto del mobiliario del salón. Este es el estado de la trasera y lateral del armario; el lateral opuesto lo tendremos que fabricar más tarde.

Para empezar a trabajar tenemos que hacer una limpieza general y eliminar en lo posible las manchas, no vamos a decapar porque le daremos una imprimación para unificar la superficie y poder aplicar la pintura que elijamos. Es muy importante el sellado de la madera con una buena imprimación.

Al tratarse de un sólo módulo, uno de los lados carece de paneles laterales. Colocamos el gato de apriete invirtiendo las cabezas, como aparece en la imagen, para aflojar los ensambles y poder insertar los paneles. Aplicamos alcohol en las juntas para facilitar esta operación.

De esta forma, vamos colocando varios gatos en cada unión hasta que los ensambles vayan cediendo. No necesitamos sacarlos del todo, solo lo suficiente para poder insertar los paneles, que ya hemos calculado con un margen de medio centímetro en los laterales.

Volvemos a encolar y a colocar los gatos de apriete, esta vez en su posición normal. Ya tenemos ambos laterales de nuestra librería preparados para aplicar la imprimación.

En el interior tenemos algunos elementos que tampoco vamos a necesitar, como los listones dentados o la barra para colocar perchas. También tenemos que tener en cuenta que al retirar la puerta hay que encolar unas tablillas para igualar los rebajes de las bisagras.

   

Medimos y marcamos con un gramil  en el borde izquierdo el rebaje que debemos hacer para tallar la moldura exactamente igual a la que ya tiene en el lado opuesto. A la derecha vemos el estado final.

  

No podemos aprovechar la pata original, además nos falta la otra y tiene que soportar un gran peso, elejimos dos patas de bola lo más parecidas a las originales y adaptamos la espiga a la estructura. En este lateral es donde vamos a tallar los mismos elementos decorativos que tenemos en su gemelo izquierdo.

 

Con un formón tallamos imitando el chaflán inferior y vamos dando forma a todo el alto de la moldura. Con tableros de DM de 1,5cm de grosor, medimos y cortamos con una sierra japonesa cuatro baldas para el interior de la librería que colocamos cada 30cm.

Ya no nos queda más que dar la imprimación y pintarlo. Hemos elegido un color Lino de MC Pinturas que queda muy bonito y que combina muy bien con el tapizado que veremos más adelante. Envejecemos el mueble utilizando estopa impregnada en cera, o bien lana de acero si queremos que sea más agresivo. Hemos optado por un desgaste muy suave, que acentúe las líneas del mueble pero sin retirar demasiada pintura.

Vamos ahora con el tapizado interior. La tela elegida es de KA Internacional, realizado por Chus Cano. Nos ha encantado la combinación del color lino y el tono tostado de la tela que ha elejido, por lo general siempre vemos los fondos de los muebles en tonos lisos e iguales al frente. Fijaros en este caso cómo gana en estilo  con el tapizado interior.

Olvidé deciros que hemos protegido con un barniz toda la estructura exterior e interior para evitar que el roce deteriore la pintura. Hemos utilizado unos listones en las cuatro esquinas, que quedan muy bien integrados para sujetar las baldas, como vereis en la foto inferior. Aquí os dejo algunos detalles del trabajo terminado, ahora que la veo me parece mucho más ligera, creo que ha ganado en todos los sentidos y se podría adaptar a cualquier espacio.