Mi compañera Irene llevaba tiempo diciéndome que quería tener una mesa como esta, hecha a partir de un palé corriente, en blanco manchado y desgastado, así que nos pusimos a buscar un palé que tuviera las medidas adecuadas…
Encontramos esta pieza. Lo que más nos importaba era que estuviera completa y sin grietas, con los tacos intactos, ya que el tono de la madera por haber estado expuesto a la intemperie nos vino muy bien para poder desgastar la pintura.
Tras la limpieza y lijado, embutimos los clavos salientes y preparamos la madera para poder pintarla con un esmalte acrílico. ¿por qué esmalte? porque es duro, resistente e hidrófugo.
Necesitábamos unas ruedas grandes, que fueran funcionales y elevaran el palé lo suficiente para que fuera cómodo ponerlo junto a unos sofás.
Estas nos parecieron bien, giratorias de unos 24 cm, dos de ellas con freno para fijar la posición. También las pintamos del mismo tono que el palé. A la derecha podeis ver un detalle de cómo quedó una vez imitado el efecto decapé.
Por último fijamos las ruedas a la estructura con unos bonitos pasantes que quedan muy bien disimulados y protegimos toda la superficie con un barniz de exteriores …et voilà!
Otro trabajo precioso, me gusta la idea ¿Pero agunta bien el quedar bajo la lluvia y el sol? ¿Aguantará el clima de Lugo? me gustaría algo así para el jardín, pero no tengo sitio para recogerlo en invierno. Mamen.
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