Al cierre de una antigua mercería en Cádiz, el mobiliario pasó a manos particulares, y aunque era muy atractivo no se sabía muy bien qué utilidad darle a estas cajoneras de tan poco fondo
Se nos ocurrió que quizás añadiéndole unas patas y dándole un tono miel, bien podría adaptarse a cualquier dormitorio como mesilla de noche. Se procedió a la limpieza de toda la estructura simplemente con alcohol, también hubo algunas reintegraciones volumétricas y limpieza de herrajes y tiradores, pero en definitiva estaban en muy buen estado estructural. Aplicamos tinte al agua y una protección final mixta a base de barniz y cera et… voilà
Me muero por uno de esos, me apetece tanto restaurarlo como el uso, soy bordadora compulsiva...ha quedado genial...
ResponderEliminarGracias Mooncat! pues de mesilla de noche imagínatelo.. cada cajón para una cosa, es perfecto porque tiene poco fondo y mucha superficie. un saludo
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